domingo, 5 de agosto de 2012

Aprender


Aprender que el amor no se trata de cosas felices
Aprender que el amor no es como lo pintan en las películas que por muchos problemas que hayan siempre habrá un final feliz
Aprender que por muy horrible que sea la vida hay que levantarse y seguir adelante
Aprender que el dolor puede disminuir con el tiempo
Aprender que las lágrimas cesarán y se puede volver a sonreír.
Aprender.
Tu felicidad es mi dolor… y suena tan contradictorio con la palabra “amor”, pero es lo que siento. 
"En algún momento en la vida se aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma. Se aprende que el amor no se apoye en alguien y que la compañia no es la seguridad. Uno empieza a aprender que los besos no son contratos y los regalos no son promesas. Empiezas a aceptar tus derrotas con la cabeza alta y con los ojos abiertos la gente, con la gracia de un adulto y no con el dolor de un niño. Uno aprende a construir todos tus caminos en el hoy porque el terreno del mañana es demasiado incierto para hacer planes. Así que plantar la decoración de tu jardín y tu alma en vez de esperar a que alguien envíe flores". Veronica A. Shoffstall